lunes, 27 de abril de 2009

Dos

Cuando entró Pedro, la puerta estaba abierta, y no había rastro de Cyntia.
-Cyntia?, Cyntia!?

Cyntia estaba en su baño, despierta, en la ducha y con el agua corriendo sobre su cuerpo, arriconada en la esquina de la tina, y a pesar de oír los gritos de Pedro, no hacía nada, no podía moverse, estaba en shock, y tenía mideo, pero no reaccionaba.

-Cyntia!, Dios mio que te pasó, por que estás aquí.
-Pedro, ella callo encima mío, y estaba toda ensangrentada, y tengo que sacarme esta sangre.- Decía llorando y mirando fijamente la puerta.
-Pero, que sangre?, de que sangre hablas?, estas limpia Cyntia.
-Es que acaso no me veí, no te dai cuenta como estoy de sucia. Y me paso y me paso el jabón y no sale.- sollozaba desesperada.
-Ya ok, yo te voy a limpiar, a ver.
Las desvistió y la limpió por completo.
Extrañamente, cuando Cyntia se limpió siguió viendo la sangre, mientras que ahora que la limpiaba Pedro, la sangre desaparecía, y podía ver su piel reluciente.
Después de salir del baño, se acomodaron ambos en el sillón con un chal, y comieron la comida china que había traído Pedro, no dijeron nada en toda la noche, así que ambos, acurrucados, calentitos, se durmieron.

.-

-Yes, excuse me?, yes... tomorrow morning at 9 o'clock, yes, alright, thanks for calling us.- dijo Cyntia atendiedo el telefóno
-Gringo?.- dijo Mariana.
-Japonés, pero tu cachai' que esos también le pegan al inglés. Aparte que del japonés se encarga la Mizuko.

Llevaba ya dos semanas trabajando en la aerolínea como traductora, disfrutaba su trabajo, y además conoció a Mariana, que a pesar de ser 5 años menor, era su compañia perfecta. "Uñi' Mugre" decía su madre cuando le escuchaba hablar de ambas.

Y además de llevar ya dos semanas de vida laboral, eran tres las que habían pasado desde el incidente, y a pesar del tiempo, nadie logró explicarse el porque ocurría esto.

-Ya, me voy, es que tengo cita con mi amado y no quiero llegar tarde.- dijo despidiendose de Mariana.

Con Pedro llevaban 5 años de pololeo, y realmente ambos sentían su amor, estaba contenta con él y cada día era mejor que el anterior; habían planeado salir a algún restaurant elegante, para comer cosas raras, pero ricas, como lo hacen los cuicos.

Ya de vuelta en el departamento de Cyntia, estaban besandose, cuando un extraño, pero fuerte ruido perturba la escena de amor.

-Contrataste a alguien para que viniera a molestar ?- dijo Pedro, un poco molesto.
-No como se te ocurre ridículo.
-Entonces...
-Ay!, anda a ver tu, es que me da miedo a mi.- dijo Cyntia un poco asustada.
-Ya, espera.

Pedro camina hacia la entrada, y ve la puerta abierta, la cerró, y volvieron a lo suyo.
No alcanzaron a pasar ni 5 minutos y se sientió el mismo ruido.

-Aaaa!, ahora anda tu!, me da flojera ir yo!.- dijo Pedro molesto.
-Ya oh!

Pedro espera sentado en el sillón cuando siente el cuerpo de Cyntia caer en la entrada de la puerta...

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