lunes, 20 de abril de 2009

Nueve

-He left no time to regret [...]
We only say goodbye with words
I died a hundred times
You go back to that, and I'll go Back to Black...

Cantaba Samanta en su oficina, mientras las lagrimas caían y caían de sus ojos, se sentía mal, destruida, como si la mitad de su alma hubiera sido arrancada, como si ya no hubieran más razones para vivir, ama a esa persona, pero el hecho de que odia lo que le hizo lo duele, como si una estaca estuviera enterrada en su corazon, y no quisiera salir. Necesitaba algo... café, no no tenía sueño, talvez agua... si el agua le daría un pequeño aliento.

-Ya poh mi niña deje de llorar, no veí que me parte el alma verla así- le decía Loretta.

Samanta le regalo una pequeña sonrisa, pero cuando volvió a entrar a su oficina, comenzó a llorar otra vez.

-Y si éste es el fin, Melisa? si me muero de pena?
-Ya cállate ridícula, nadie se ha muerto de pena nunca, ya ahora tomate esa agüita que está calentita.
-No quiero nada caliente, quiero helado.
-Como vay a tomar helado con este frío. Ya tomate eso, o te lo encajo por el poto.

Ambas rieron.

-Viste que una te saqué una sonrisa siquiera? Ya! ahora, te vay a sacar esas lagrimas, y me vay acompañar al mall, que vi unos zapatos, que, osea!, te morí, exquisitos, y tengo plata, así que tienen que ser míos.

Samanta secó sus lágrimas, y partieron al Florida Center, almorzaron, y luego volvieron a la agencia.
Habían muchos diseños incompletos, y eso, para Samanta, en cierto modo era mejor, se despejaba un poco del mundo dibujando vestidos.

Desde cabra chica que soñó con ser diseñadora, y siempre andaba dibujando vestidos en las puntas de las hojas de sus cuadernos; tres años concecutivos con promedio siete en artes, lo que le ayudó demasiado para entrar a estudiar lo que quería estudiar.

Siete y media, y de vuelta a su casa, Melisa dijo que la acompañaría, para que no se sientiese sola, para llorar con ella, para consolarla, para acompañarla.

...

Samanta ya está casi recuperada del incidente, no se siente mal, y los últimos dos meses ablandaron la situación, conoció a gente nueva, amigas nuevas, la nueva, Scarlett, era muy símpatica, y tenían mucha cosas en común, como su gusto por la música de Amy Winehouse, y Duffy. El amor que le tenían al cantante de Coldplay, y el gusto incondicional de cabras chicas, por uno de los Jonas Brothers.
Sin embargo, Melisa siempre estuvo primero. Después de todo, fue ella la que la ayudó a salir de todo ésto.

Loretta le dijo que se tomara el resto del día libre, así que aprovechó de salir de compras, y a comer afuera.

Ya en su departamento viendo "Friends", tocan su puerta. Son dos oficiales de la PDI...

-Es usted la señora
-Señorita!- interumpe.
-Señorita, Samanta Rodrígues ?

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