viernes, 21 de agosto de 2009

Siete.-

El plan era sencillo, sin embargo, es mucho más fácil explicarlo, que llevarlo a cabo.
Mir y Donnio, armarían un berrinche en la plaza sur del reino.
Dos amigos de Ito, en la plaza norte.
Otros tres en la plaza este.
Y por último, la madre, armaría escándalos, por la plaza oeste.
De esta manera, los guardias del castillo, se separarían para ir cada uno a una plaza del reino, no hay que olvidar, que están allí, en el castillo, centro del reino, para mantener el orden, por lo que era 99.9% que se esparcieran.
Una vez hecho ésto, las Iiz, junto con Amy, entrarían por la puerta trasera del castillo, y las Ritas, por la delantera, para asegurarse que cada guardia se había retirado, y así poder entrar por la biblioteca del castillo, directamente a los calabozos, y por consiguiente, a la celda de Alfa.

-Entendieron?.- preguntó por última vez Ara.
-Si, tengo todo claro.- decían entre todos.

Nueve con treinta minutos, suena la campana del reino, y comienza el plan.
Mir y Dinno, comienzan a jugar con la gente, y atraen su atención, una vez hecho esto, golpean a uno de los espectadores, y arman una pelea bastante grande.
En la plaza norte, dos amigos de Ito comienzan a tocar la guitarra, y cantar canciones bastante desagradables con letras hirientes hacia Buuta.
En la plaza este, dos niños y un adulto discuten entre si Buuta debería salir del poder, o debería morirse.
Y por último, en la plaza oeste, la madre de Ito, hacía de loca gritando que el fin del mundo vendría si seguimos aceptando a Buuta.

-Me encantan los tribuurls, sobre todo si tienen manjar dentro.- dijo un guardia a otro mientras un hombre entraba desesperado.
-¡Hay un montón de revuelos por todo el reino, díganme que hago!
-Un momento buen hombre, déjeme saborear el último pedazo de tribuurl, que me queda y le escucharé con atención.- respondió el guardia saboreando y haciendo sonidos desagradables para molestar al hombre.
-Hay un montón de berrinches, tienen que ir todos, una pelea, idiotas cantando, un loca, y un padre y sus hijos, nadie sabe que hacer.
-Está bien, está bien.- dijo molesto el otro guardia, tomó un radio y dijo.- Llamada a todo el cuerpo, dividanse en partes iguales para asistir a berrinche social, repito, dividanse en partes iguales, para asistir a berrinche social.

De esta manera, todos los guardias asistieron, y las Iiz, lograron entrar, y las Ritas igual. Entraron por la biblioteca en el pasillo, y luego el calabozo.
Una vez dentro, sólo necesitaban una cosa, encontrar a Alfa.

-Yo sé una manera!.- dijo Iniis
-Cómo?.- susurraron todas.
-Aaaalfa !!.- gritó
-Cállate estúpida !, nos pueden oír.
-Y de hecho creo que alguien olló.- dijo Ela.- Shh!
-Buscan a Alfa?- preguntó una sombra dentro de la celda.
-Si, nos podría ayudar, sombra...
-Yo conozco a Alfa, una maravillosa mujer, muy caritativa, e injustamente encerrada aquí.
-Si eso lo sabemos, por eso estamos aquí, para liberarla, pero debemos hacerlo rápido.
-Liberarla?.- preguntó la sombra.
-Si, liberarla, y que enfrente a su hermana en una batalla justa, para que pueda ser ella la reina de DeraTebúlah.
-Batalla?.- dijo con voz sorprendida.- no, no sé donde está.
-No lo sabe?.- preguntó Amy.- está segura, o es que Alfa no quiere enfentrarse a Buuta por miedo?
-Miedo?... No, no es miedo, es sólo que.
-Sólo que usted es Alfa, y le da miedo aceptar su destino.- replicó Ara.
-Y si yo fuera Alfa, me liberarían y me exigirían que gobernara sola!
-No sola, con todo tu pueblo que te ayudaría.
-Ayudarme?- la sombra avanzó y pudieron ver que era alguien idéntico a Buuta.- Está bien, sáquenme de aquí. Pero se comprometieron a ayudarme
-Y vamos a cumplir nuestra promesa.

Una vez fuera del castillo, Alfa, no veía absolutamente nada, le era imposible ver algo, y las Ritas, la ayudaron a acostumbrar los ojos a la luz.
La vistiera decentemente, y la arreglaron para que visitara a su hermana. Buuta, que parecía estar cada vez más débil.
Después de todo ésto, Alfa subió las escaleras del castillo hasta la oficina de Buuta.

-Tu!.- gritó Buuta.
-Hola hermana, hace bastante tiempo que no nos veíamos.
-Cómo salíste de ahí abajo?
-Por supuesto que no lo hice sola. Me ayudaron.
-Quienes?
-No te lo diré, no hace falta, estoy aquí para otros asuntos.
-Aah, lo averiguaré y me encargaré yo misma de matar a los culpables.
-No hermana, tu nunca volverás a matar a alguien más, cómo hechizeras hermanas que somos, tenemos absulotamente los mismos poderes y habilidades.
-Jamás podrás vencerme.
-Eso lo veremos.
Y ambas se transformaron en dos personas totalmente distintas a las que eran, se golpeaban, desaparecían, y de pronto la habitación donde estaban, reventó, junto con una de las torres del castillo.
La gente corría desesperada por las calles, y los guardias comenzaron a perseguir gente que trataba de huir.
Sólo entre la multitud se encontraba Ito, caminaba en dirección hacia el castillo, parecía decidido a vencer a Buuta. Parecía seguro, como si algo se guardara entre manos.
Una luz brillaba en su pecho, y cada pedazo de concreto del castillo que caía sobre él, rebotaba como un pedazo de plástico.
Entró a la fortaleza absolutamente destruida, y vio las luces de ambas hermanas luchando.
Ambas luces se detuvieron, y lo vieron a él, sólo una de ellas se acercó y lo tomó del cuello.

-Déjame, o muere.- Dijo la figura.
-Entonces lo hará, por que no voy a dejarte.- le respondió la otra figura viendo que aquel niño le guiñaba un ojo.
-Que sea así entonces!- dijo riendo desquiciadamente.
-Alto!.- dijo la otra figura.- está bien, te dejo.
-Error!.- dijo el niño.- y tomó del cuello a la figura que lo sostenía.
De pronto, el objeto del pecho de Ito, lo hizo brillas completamente transformandolo en una tercera figura, ésta brilló tanto, que cegó a la que lo había tomado por el cuello, haciendola caer entre los escombros.
Luego de una media hora, la batalla había cesado, y las luces emitidas por los cuerpos que estaban en batalla, igual.
El castillo terminó por derrumbarse por completo, y del polvo emergieron dos sombras, casí del mismo tamaño y contextura.
El pueblo estaba expectante.
Una de la sombras sostenía a la otra por el brazo.
¿Era Ito con Buuta?
¿Buuta y Alfa?
¿Ito y Alfa?
Nadie lo sabía en ese momento. Sólo se escucho una voz de entre los escombros.

-Desde ahora!.- gritó una voz femenina.- Declaro que DeraTebúlah pasará por la.... por la mejor etapa que podrían haber esperado.
-Todo el reino es libre!.- grito Ito saliendo del polvo.
-DeraTebúlah, vive feliz para siempre!.- gritó Alfa lanzando una luz al cielo.

Aquella noche, nadie durmió, todos celebraron aquél truinfo, todo el mundo estaba feliz.
La luz de Alfa se mantuvo ahí.
Estaba ahí para los desconsolados
Para los que necesitaban un consejo
Para los que olvidaban que eran felices.
Para los que querían apoyo, o sólo ver algo hermoso.
Y hasta el día de hoy, en el maravilloso mundo de DeraTebúlah, se mantiene la luz, para recordar que siempre, siempre, puede haber magia, que siempre pueden haber milagros, que siempre, puede haber un final feliz

Fin.-

1 comentario:

Jana. dijo...

:| Una de las poquísimas historias que te puede hacer soñar dormida/o *.*