domingo, 10 de enero de 2010

Dies.-

Las sirenas se oyeron a lo lejos, y Pablo de inmediato supo que estaba perdido, que tenía que buscar una solución rápida.

Dejó el cuerpo inconciente de Teresa en el suelo, buscó las llaves de su auto, y comenzó a bajar las escaleras de su edificio.

Para cuando bajó del piso 21, la policía estaba ingresando al lote de los departamentos, lo que significaba, poquísimo tiempo para entrar en su auto y lograr escapar.

Por suerte para los oficiales, Fernando se quedó en el auto, mientras los refuerzos subieron al departamento, y logro divisar la figura de Pablo encendiendo otro auto nerviosisimo; el trabajo no sería fácil, por que no era lo que se le llama "un az al volante", pero no podía permitir que se escapara.



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Los oficiales que acompañaron a Fernando desataron a Jessica y le curaron las pocas lesiones que tenía, además de atender a Teresa que parecía no responder de su desmayo.



-Donde fue Fernando?.- preguntó la oficial mientras era revisada por los paramédicos.

-Está abajo.

-Debo ayudarlo, no puede hacer nada sin mi, y no le daré en el gusto de atrapar a mi secuestrador.- dijo con voz dominante mientras se quitaba a los paramédicos de encima.

-Espere señorita, usted no puede salir así.

-Observenme.- afirmo y bajó muy rápido las escaleras del edificio.



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-Pedro?.- dijo Pablo mientras conducía impertinentemente por la carretera.- Pedro, estás en tu casa?

-Si Pablito, por qué? dónde estás tú?

-Eso no importa ahora, ten abierto tu garage, que voy a llegar a estacionarme, llego en cinco minutos.- dijo y cortó

Aunque Pedro no quisiera ayudar a Pablo, le era imposible decirle que no, por que era "su mejor amigo", pero lo que sentía por el no era cariño, si no que miedo, y el miedo lo impulsaba a hacer las cosas más estúpidas, como ayudarlo siendo testigo del asesinato que cometió.

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-Fernando dónde estás?.- dijo Jessica mientras encendía su auto.
-En la carretera Jessica, voy persiguiendo a Pablo, aunque al parecer, con los nervios, él no se ha dado cuenta.
-Cuando sepas adonde se dirige me avisas, yo tomaré alguna ruta para llegar a la carretera.
-Creo que ya sé donde se dirige, va camino a casa de Pedro.
-Para allá voy.

La coordinación entre ambos oficiales era admirable, tanto que a veces parecían incluso hermanos, y uno lograba sentir lo que sentía el otro.

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-Pablo que hiciste, por qué vienes tan exhaltado?- preguntaba Pedro mientras su amigo se bajaba del automóvil.
-Tú cállate y sirveme agua.
-Ok ok, pero cálmate primero.-
-No me quiero calmar mierda! Vienen los ratis para acá y te van a meter preso por que tú mataste a Luis, me escuchaste?
-Pablo yo...
-Pablo nada !- gritó golpeando a Pedro.- Crees que no me dí cuenta de que tu también eri' maricón? Tan huevón me crees como para no notarlo?
-Pero creí que eras mi mejor amigo Pablo.-
-Mejor amigo a la mierda maricón, tu también quieres inculparme como esa rati, Teresa y Mariana.-
-Pablo que les hiciste?
-Mariana quería acusarme, lo notaba en su mirada, como se reía sínicamente de mí, así que no me quedó opción más que matarla.
-Como pudiste huevón!?- alardeó y se abalanzó sobre Pablo. Inutilmente claro por que Pablo era muy fuerte como para ser derrotado de esa manera.

Los forsejeos se detuvieron al percibir que un auto se estacionaba al frente de la casa, Pablo sacó un cuchillo de su bolsillo y lo pasó por el cuello de su "mejor amigo".

-A ver si ahora te callas por fin.- susurró al oido del cadaver lo dejó en el suelo.

Del auto bajó Fernando, quien venía armado con una pistola 9mm; cargó su arma y entró a la casa, notando que el motor del auto de Pablo seguía encendido.

-Pedro?- gritó, buscando en las habitaciones.- Pedro, estas aquí? Soy Fernando, de la PDI.- Se apoyaba en cada esquina, para revisar cada habitación antes de entrar en ella, y con la poca luz que había, no notó que Pablo estaba en su espalda, esperandolo con el mismo cuchillo; los reflejos de Fernando le permitieron esquivar un golpe certero, pero su brazo se vió afectado con un corte, haciendo que soltara su pistola.
Pablo no perdió ni un minuto y la tomó apuntando directamente a la cabeza del oficial.

-Ahora, me vas a dejar que yo escape, y no me vas a seguir, o te vuelo todos los cesos con esto, me escuchaste?
-Calma, calma...- dijo calmadisimo, tratando de ocultar su miedo.- Vamos a negociar.
-Negociar qué?- preguntó Pablo exhaltado.
-Negociar el golpe que estás a punto de recibir.- confirmando que Jessica diera el golpe por la espalda.

Las heridas de Jessica no la dejaron trabajar rápido, de manera que una bala de la pistola la alcanzó en el estómago, sin embargo, entre todo el alboroto, Fernando logró golpear a Pablo para aturdirlo y dormirlo.

-Jessica!-gritaba Fernando.- Por que lo hiciste huevona, me hubiera disparado a mí, y tu te hubieras salvado!.- decía llorando.-
-Ay Fernando, hay cosas en la vida que no se saben por que se hacen, tal vez por la amistad, o por amor.- hablaba con esfuerzo.
-Jessica, no me puedes dejar sólo, estamos juntos en ésto, recuerdas? No me podí' dejar aquí, por favor no me dejes.-
-Perdón Feñita.- dijo con su último aliento y cerró sus ojos.

Fernando se quedó llorando junto al cadaver de su amiga, de su compañera, de su socia, de su enamorada...

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-Llevenselo.- dijo uno de los oficiales mientras metía al auto a Pablo.-
-Y todo ésto por que envidiaban a joven?- preguntó otro.
-Claro, todo por que todos habían visto a Luis...

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