jueves, 14 de enero de 2010

Uno.-

-Pretendes que te crea?- me dijo muy serio.- Pretendes que te crea que no eres una ladrona?
-Si...- dije nerviosa mirando su cara.- Debes creerme por que siempre has creído en mi.
-Debbie te comiste mi última papita frita sin pedirme permiso! Eres una completa ladrona!- me dijo y comenzamos a reir.

El tiempo que pasabamos juntos era exquisito, eramos tan unidos, sincronisados; nunca habían momentos incómodos en los que ambos guardabamos silencio, por que siempre había un tema para conversar, desde aquél perro que cruzó la calle babeando como nunca, o aquella abuelita que se rascaba el trasero disimuladamente dentro de esa tienda.
Siempre reiamos y eramos perfectamente felices.

-Ahora me tendrás que comprar un paquete completo de papitas fritas!- me dijo
-Jack, por favor, sabes que las papas fritas subieron de precio, y apenas me alcanza para darme mis gustos con lo que me dan en la disquería.
-Ok...- me dijo cariñosamente.- por esta te la perdono, pero para la próxima, van a ser dos paquetes!
-Ah! Idiota!- le dije y lo empuje.

Caminabamos por el parque así que con el empujón, ambos caímos al césped. Nos miramos directamente a los ojos y nos dimos el primer beso, el mejor beso que he recibido hasta ahora.

.-

-Steven.- le grité al dueño señalandole el reloj que marcaba las 7 de la tarde en punto.- me voy, mañana puedo llegar un poco más tarde?- le pregunté.
-Debbie! Nunca me haces eso.- me dijo con tono de queja.
-Lo siento, pero es que estos días he estado demasiado cansada, y siento que necesito los "5 minutos más" en mi cama... Por favor!
-No lo sé Debbie, es una perdida de dinero cuando no te tengo acá en la disquería.
-El lunes trabajaré hasta las 8!
-Ok... Llega más tarde, pero el lunes hasta las 8.
-Oh! Gracias, te quiero, nos vemos, adios!

Tenía que juntarme con Jack en el bar "Periodo 1" a las 8, tenía la noche libre así que debíamos aprovecharla, además, estaba a punto de cumplir 18 años, y era día viernes, algo tenía que hacer.
Siempre he sido extremadamente puntual, y si puedo llegar más temprano, lo hago, lamentablemente ahora me atrasé por nuestra conversación con Steven, y hacerme todos los arreglos posibles, salí de mi casa a las 8.
Hackensack es un pueblo pequeñísimo, dónde conoces a todo el mundo, y todo el mundo te conoce, así que no hubiera tardado mas de 10 minutos en llegar al bar, que quedaba a unas cuadras de mi casa, si no hubiera olvidado mi paraguas.

-Ocho con quince minutos.- me dijo con tono dominante.- te pasó algo.

Amaba la manera en que siempre se preocupaba por mi, y cada cosa inusual lo hacía preocuparse por mí de inmediato.

-Conversé con Steven y me retrasé un poco, cuando salí había olvidado mi paraguas, pero estoy bien.- le dije mientras recobraba el aliento.
-Ok... Me estaba empezando a preocupar, siempre eres tan puntual.
-Lo sé, por qué no entramos?

El bar Periodo Uno siempre estaba a la vanguardia de la moda, por que sus dueñas, las gemelas Molly y Holly, quisieron combinar sus estilos.
Molly era una rockera adicta a las motocicletas y las chaquetas de cuero, que siempre soñó con dirigir un bar; y Holly era una mujer que siempre vestía bien, combinando cosas absolutamente extrañas, siempre quiso ser diseñadora de modas, para tener su desfile y su pasarela.
El bar Periodo Uno era una pasarela de modas, donde servían alcohol y cosas bajas en grasas, y donde los viernes había microfono abierto, para que quien quisiera subir, se arriesgara a cantar algunas canciones.

-Te gusta el lugar?- me preguntó mientras me corria la silla para sentarme.
-Me encanta! Es tan, no lo sé, extrañamente acogedor.
-Entonces, que vas a pedir, lo que sea que no exceda los 30 dólares, también tengo que comer yo.
-Oh! Por favor, déjame yo pagar lo mío.
-No.- murmuró y tomó mi mano.- Ésta noche tienes que ser mi princesa.

Normalmente hubiera dicho que no, por que soy una mujer completamente independiente, pero, con esa mirada hermosa, y esa voz grave que me cautiva, no me pude negar.

-Oh! mira, ahí esta Jack!- dijo emocionada Holly
-Oh! cierto, vayamos a saludar.- la siguió Molly

Se acercaron, Holly siempre emocionada y con su voz aguda saludó de un beso en la cara a Jack. Molly cochó los nudillos y se limitó a decir simplemente un "Que onda", con una voz aguda tratando de ser grave.

-Que increíble tenerte esta noche, es muy agradable tu precencia.- alardeaba Holly.
-Gracias, solamente estoy con mi novia, queremos ordenar algo para comer.
-Te propongo un trato men.- dijo Molly.- Canta en el escenario una o dos canciones, y no pagas absolutamente nada.
-Oh! No, estoy de incubierto por hoy.- dijo Jack un poco abochornado.
-Vamos Jack, cantas excelente, y te ahorras unos cuantos dólares.
-Me permites.- dijo con una tierna voz.
-Claro! Adelante!

Jack se levantó y de inmediato Holly corrió hacia el escenario.

-Damas y caballeros presentes, ok? Quiero anunciarles que nos enorgullece presentar, a uno de los mejores cantantes de Hackensack, con ustedes Jack Carlton!
-No era necesario tantos alagos, pero gracias de todos modos Holly. Ok, quiero dedicar esta canción a una señorita que está presente esta noche en el Bar, por que hasta ahora, y espero que para siempre, sea la persona más importante de mi vida.

Con esas palabras comencé a reir y las lágrimas caían de mis ojos mientras cantaba una versión más grave de "Clumsy". Su voz era maravillosa, como él. Desde aquella noche, supe que estaba destinada a pasar el resto de mi vida con Jack Carlton...

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