
...Raúl estaba horrible, con una cara de cansancio horrible, más flaco, como si no hubiera comido en días, y la pupila muy dilatada, a punto de desmayarse.
-Que te pasó?!- Gritó Samanta desesperada al verlo de esa manera- Voy a llamar a una ambulancia.
-No!, yo me puedo cuidar sólo, no te preocupes.
-Pero Raúl, mira como estay', parecí zombie, que te pasó porque estay así.
-No por nada.
-Dime!-Gritaba Samanta.
-No me pasó nada mierda!- dijo Raúl.
Samanta lo miró decepcionada, triste, avergonzada, arrepentida.
-Porqué me tratai así... aaa... era por eso cierto, no me querí y me usaste para pasar el rato, era eso cierto, me hayaste rica, y te aprovechaste de mi.- dijo Samanta llorando.
-No Samanta, es sólo qué...
-Solo qúe?!
-Es que es muy díficil contarte ésto.
-Osea que no confias en mi, Raúl yo te amo, y te voy a apoyar en todo. Dime que te pasó.
...
Hubo un silencio enorme, como si todo Santiago estuviera esperando la respuesta de Raúl.
-Samanta, soy adicto, y ese es mi problema, me drogo, con crack que llega de Bolivia y Perú, y todas estas noches me ha pasado lo mismo, por eso no he ido a la agencia, y estas últimas dos semanas, tuve que salir a Perú, porque una carga no había llegado.
Estaba perpleja, no sabía que decir, suspiraba como para decir algo, y luego botaba el aire, porque se arrepentía...
Prendió su pucho, y se relajó.
-Por qué lo haces?
-Por que soy güeon, porque no puedo controlarme, por que necesito ayuda.
-Te voy a ayudar, pero ten en cuenta que para todo esto voy a necesitar tu cooperación.
-No te pido que me ayudes, vas a sufrir demasiado con alguien como yo a tu lado.
-Te voy a ayudar, por que te amo.
Al otro día, Raúl volvió a la agencia, estaba despedido, pero simplemente fué para pedir disculpas a Loretta, y a todos en general.
En la tarde salieron, era día viernes, así que tenían la noche libre para salir donde quisieran, sin embargo, fueron al departamento de Raúl.
Estaba desordenadísimo, todo desparramado, pero a pesar de eso, se sentía un ambiente de paz, y Samanta disfrutó su estadía.
Cenaron, vieron una película de terror, conversaron, y durmieron juntos.
Al otro día, Samanta fue a su departamento, quedaron de verse al almuerzo y salir en la noche. A penas llegó Samanta a su departamento, llamó a Melisa, y le contó la excelente noche que había pasado.
-Que envidia güeona, y una, viendo películas de princesas y cuentos de hada toda la noche en el Disney Channel.
-Yo anoche tuve mi cuento de hadas.
-Quiere decir que pasó algo más?- perguntó exhaltada Melisa.
-Talvez si, talvez no.
Gritaron ambas por el teléfono, como dos cabras chicas, hablaron y rieron hasta que dieron las 4 de la tarde.
Samanta se juntó con Raúl en Florida Center, almorzaron en el Doggi's y después tomaron un helado en el Bravissimo.
Cuando eran como las 6 de la tarde, Raúl pregunta:
-Samanta, do you want to date with me?
No hay comentarios:
Publicar un comentario