lunes, 18 de enero de 2010

Cuatro.-

Me lo repito siempre, Hackensack es un pueblo extremadamente pequeño, y siempre sabes cuando se va alguien, o en este caso, cuando llega alguien.
Ví a David llegar en un lujoso auto- lujoso para las cacharras que habían en Hackensack- con un traje de bastante valor al parecer, y unos lentes oscuros.
Se acercó a mí en la disquería como cualquier cliente y me preguntó sobre algún bar.

-Claro, tienes el Período Uno- afirmé.- está a unas calles de aquí, sólo tienes que seguir derecho dos cuadras, y doblar una a la derecha y llegas.
-Ok gracias...
-Debbie.- sonreí
-Debbie.
-Tal vez nos veamos en el bar más tarde.- le grité.- Iré con mi novio, si te veo, te saludaré.
-Claro!- hizo una señal con el dedo y se marchó.

Estaba cargando una enorme caja con Cd's y Dvd's, y sólo de torpesa me tropecé y caí con la caja.

-Deborah.- Maulló Steven.- mira lo que hiciste, estúpida, no sabes que era una carga.
-Lo siento Stevie.- así le decía de cariño, esta vez no fue para agradarle, sólo por inercia le dije así.- lo lamento, no volverá a pasar.
-No, por supuesto que no, por que ya no trabajarás más quí Deborah. Estás despedida.
-Que!- dije atónita.- pero Stevie...
-Steven.- me corrigió.
-Steven, fue sólo un accidente, y prometo pagar los que estén rotos.
-No Deborah, estás despedida, recoge tus cosas, y lárgate.
-Pero...- dije en un último intento, pero ya estaba decidido. Me paré muy digna y me dirigí a los baños. Solté alguna lágrima así que me enjuague la cara y salí.- De todas maneras, iba a renunciar el mes próximo.

Eso no era cierto, no tenía donde más trabajar, pero tenía que decir algo digno. Me retiré, y pegué un portazo más fuerte de lo normal al salir.

Llegué a mi casa deshecha, subí a mi habitación y comencé a llorar. ¿Qué haría ahora? Lo único que me garantizaba una vida estable, era mi sueldo, pero ahora no lo tenía, y si no sustentaba la vida mía, ¿cómo sustentaría la vida de mi anciana madre también?
Viví en Hackensack toda mi vida, tengo una hermana mayor, bastante mayor, ya debe tener unos 35 o 40 años. Y nunca se preocupó por mí o por mi madre, como mi papá, que de vez en cuando enviaba algo de dinero, pero, no eran más de 120 dólares. Lo demás lo gastaba tal vez en alcohol y mujeres.
Sólo tenía a mi madre, de 65 años ya, y medio sorda. Postrada en una cama por la Artritis severa que padecía. Soy lo único que tiene, y con mi sueldo alcanzaba para las dos. Durante la noche tenía una cita con Jack, en el Período Uno, y no me había preparado. Tenía que hacerlo, no quería que se enterara de la noticia, al menos no tan rápido.

Me duche, me alisé el pelo, me maquillé y salí con tiempo de sobra. Cuando llegué allá, vi enseguida a David, por lo que me acerqué a conversarle.

-Así que, ¿de dónde eres?.- pregunté tartamudeando.
-De Los Angeles, California
-Los Angeles!- repetí impresionada.- Por que viniste al otro lado del mundo?
-La verdad es que soy un agente en banca rota.- me dijo, y no logré entender a que se refería.- Quiero decir, que suelo asesorar a estrellas con talento para lanzarlos a la fama, obteniendo mis ganancias también. Y dígamos que ando buscando a alguien talentoso. Conoces a alguien?
-¿Que si conozco?- repliqué casi gritando.- Salgo con alguien con talento! Deberías escuchar a Jack, tiene una voz preciosa, y ha actuado ya tres veces en un teatro en Broadway, haciendo musicales.
-Oh! Eso es impresionante.- afirmó fascinado.
-Si!.- le repliqué.- es realmente talentoso.
-Tendría que escucharlo.

Miré mi reloj para darme cuenta que Jack se había atrasado un poco, pero al levantar la vista, ahí esrtaba, buscandome con la mirada; le hize señales con las manos y logró notarme.

-Jack, te quiero presentar a David Crowe.- le dije.- David el es Jack Carlton, mi novio.- se dieron un apretón de manos.
-He oído hablar que tienes mucho talento jovencito.
-David es un banco de agentes rotos.- dije estúpidamente.
David rompió en carcajadas, junto con Jack.
-Agente en banca rota.- me corrigió Jack.
-Entonces, ¿lo conoces?- pregunté incredula.
-No, pero he oído hablar de ellos. Buscando talentos en los lugares más remotos del mundo.
-Ese soy yo.- dijo David con cierto adulo hacia si mismo.
-Amor, me preguntaba si podrías cantar algo hoy, para mostrarle tu talento a David, y vea que bien lo haces.
-Si claro, por que no.- dijo con un tono bastante sexy.

Yo enseguida me dirigi a la oficina para hablar con Molly o Holly, y aceptaron de inmediato. En menos de 15 minutos, Jack estaba cantando Keep Holding On, sobre el escenario, con la gracia que siempre tenía.
Miré la cara de David, y estaba impresionado, con unos ojos enormes, y la boca semiabierta.
Al terminar la canción, se puso de pie para aplaudir a Jack. Yo también me paré.

Se me había secado la garganta así que me aleje de David para decirle que iría por unos refrescos, y le ofrecí uno obviamente. Me dijo que no.
La estúpida maquina se había trabado, y con mi perdida de empleo, no permitiría que una máquina me quitara unos dólares. Comencé a patearla, entonces, Molly pareció verme a lo lejos; se acercó para preguntarme que tenía con la pobre máquina.

-No puedo perder dinero, no en mi situación Molly.- le dije muy aflijida.
-Ok, esperame aquí, iré por las llaves para abrir éste asunto.

Molly tardó bastante en volver, pero obtuve mi refresco; cuando volvía vi a Jack y David conversando, me acercaba a ellos, y ví que David se retiró de inmediato.
-Adios!.- le grité, y me hizo ese gesto con la mano desde lejos.
-Vaya, parece que estaba apurado.- le dije a Jack. No me contestó. Estaba muy ensimismado mirando un trozo de papel blanco.- Jack? Estas ahí?
-Oh! Claro si.- me dijo mirandome con dulzura.- Vamos a bailar.

Le preguntaría de que hablaron, pero con el baile y el problema del trabajo, preferí no pensar en nada, esa noche no dormí en mi casa...

.-

Era increíble lo mucho que me aburría en mi casa, sin trabajo y sin nada que hacer, estaba como una roca ahí dentro, así que decidí salir, tomé mis llaves, y le avisé a mi madre que veía sus novelas.

-Claro amor, no llegues tan tarde.- me gritó desde el piso de arriba.
-Si ma'

Caminaba sin rumbo por las calles de Hackensack, y noté el cartel que había puesto Steven en la disquería: "Se necesita ayudante".
Disimuladamente me acerqué a él, y lo rasgué, botándolo a la basura. Nadie me vio hacerlo.
Seguí caminando por la calle cuando ví el auto de David que se iba del pueblo. "Se quedó bastante poco" pensé, pero no le dí mayor importancia.
Luego de horas de mirar árboles y todas las cosas visibles que puedes ver en una plaza, me dio el tiempo para ir a buscar a Jack a su trabajo.

Tenía una presentación muy cerca, así que sólo caminé ahí.

-Oh!- se asombró al verme.- saliste más temprano hoy.-
"Un momento.- pensé.- más temprano?". Miré mi reloj, y efectivamente eran las 6:30 de la tarde.
-Si.- mentí.- Stevie me dejó salir antes.
-Ah sí?.- me miró incrédulo.
-Si, claro!

Sentí horrible tener que mentirle a Jack, así que me lancé para decirle la verdad.

-Lo siento, no es...
-Me voy de Hackensack.- me interrumpió con una voz muy seria.
-Que?.- dije asombrada.
-Me voy a ir de Hackensack, Debbie...

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