El ensordesedor ruido de una ola de aplausos llenó mis oídos. Acababa de terminar la presentación de Hairspray en un teatro de Broadway, y la gente aplaudía de pie a la actriz que interpretó a Tracy Turnblad, y por supuesto, yo estaba orgullosísima de mi Jack, que por cierto había hecho una excelente representación de Link Larkin, el galán del musical, el galán de mi vida, mi galán.
-Salió excelente mi amor!- le dije cuando lo abrazé al salir de camarines.
-Tu crees? Hubieron bastantes errores.
-Si, pero esos errores nadie los nota, estuviste genial, además, me encantó la canción que cantabas a Tracy diciendole que la amabas.
-Estaba pensando en ti.- dijo y miro al cielo. Siempre miraba al cielo cuando tenía verguenza, y esta vez, se le notó mucho.
-Eres lo mejor que me ha pasado en la vida.- le dije.
-Tu eres más que eso, no podría estar lejos de ti.- me dijo y me abrazó.
Caminamos abrazados por las calles de Nueva York, dejando que las luces iluminaran nuestros rostros. El camino al estacionamiento era bastante corto, sin embargo lo sentí eterno estando con él, como que cada paso que dabamos, retrocedíamos tres, no quería dejar de mirarlo, por que me encantaba por completo, todo él era perfecto para mí.
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-Abre los ojos ahora.- me dijo soltando mi mano.
Lo único que logré divisar fueron unas sombras que gritaban al unisono: "Sorpresa!". Y no lograba entender por qué celebrabamos. Solo pensé en impresionarme y decir gracias. Muchos se me acercaron con regalos.
-Feliz cumpleaños mi amor!- me dijo abrazandome y analizé que era mi cumpleaños, había estado tan estresada por el trabajo en la disquería que ya ni me fijaba en las fechas que pasaban.
Las cosas no iban bien con Steven, y cada vez la relación de amigos que teníamos se hacía más de "jefe-empleada", peléabamos constantemente por dinero que se extraviaba, no me dejaba darme descansos, y el aumento que le había pedido me lo había negado mas de 12 veces. Pero por ahora, a disfrutar de esta excelente fiesta que me habían preparado. Cumplía 19 y tenía que celebrarlo a todo dar.
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-Debbie despierta!- me gritó mi madre desde el primer piso.- Vas a llegar tarde otra vez.
-Cinco minutos más.- susurré y seguí durmiendo.
-Debora levántate!- me dijo y me quitó todas las sábanas.- Son las 8:15, tienes 45 minutos para vestirte y estar en la disquería así que mas te vale apurarte.
-45 minutos!- grité y en menos de 10 minutos estaba vestida.
Salí un poco tarde de la casa, y llegue a las 9: 15 al trabajo, lo que hiso enojar a Steven.
-No se si aguantarte más Debbie, que demonios te pasa ? Antes llegabas temprano, y eras tú la que solía abrir; ahora tengo que esperarte para que abras. Que es lo que siempre te repito?
-No lo sé...- dije ingenuamente.- Que debo ser puntual?
-Que el tiempo es oro!- gritó.- Una más y no me queda más remedio que despedirte.
-Lo siento Steven, no volverá a pasar, en serio.
-Por tu bien, no tiene que volver a pasar.
Recordé que ese día estaba de aniversario con Jack, y no podía faltar.
Dieron las 7 de la tarde, y practicamente volé a mi casa, para no llegar tarde al Periodo Uno, tenía que estar ahí a las 8, y no iba a dejar esperando a mi novio el día de nuestro aniversario.
Me puse algo bastante elegante, y me arreglé de una manera muy sencilla, me veía horrible, pero no tenía tiempo para más.
-Te ves preciosa!- me dijo impresionado.- Nunca te sentí tan linda.
-Me estás tomando el pelo cierto?- le dije con voz incrédula.- No tengo lápiz labial puesto, y ni una sola gota de maquillaje, no alcanzé a alisarme, y el vestido está un poco arrugado en las orillas.
-Me encantas por como eres, y no por lo que uses o dejes de usar. Ahora, pasamos?
Como siempre me abrió la puerta, y me corrió la silla para que me sentara.
-Hey men!- dijo Molly.- Bueno, Holly siempre suele recordar fechas, y me recordó que hoy estaban de aniversario, así que lo que compren hoy, corre por cuenta de la casa, te parece?
-Oh! Excelente.- dijo Jack emocionado.- Muy bien, gracias, de verdad.
-Pero...- dijo Holly llegando.- Tienes que cantarnos algo.
-Pero es que quiero compartir tiempo con Debbie, y no me gustaría dejarla sola.
-Oh! no te preocupes.- le dije.- yo entiendo, además, te sirve para ahorrarte la comida. Ve, no te preocupes por mi.
Jack se levantó de la silla, y tomó el microfono para entonar "That's the way it is" con una voz magnífica, los aplausos fueron automáticos cuando acabó de cantar. Volvió a la mesa muy sonrojado, para decirme que la estaba pasando de maravilla.
Más tarde caminamos por las vacías calles de Hackensack, y terminamos los dos en su apartamento en el pueblo, con una noche que nunca olvidaré...
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