La voz era de Jack, esa voz grave con una textura suave y exquisita por la que moría me llamaba; ¿estaba soñando?
Debía ser todo un sueño, talvez despertaría en la habitación de Ashley para darme cuenta que aún no salía de su casa para visitar a Jack.
Tenía que ser un sueño, lo que ví, y escuché en ese teléfono celular no podía ser real. Mi Jack seguía amándome. Tenía que ser así.
Lo único que divisé fueron unas sombras y mi cuerpo se sentía exhausto, creo que me dormí otra vez.
Cuando por fin pude regresar a mi cuerpo por completo, estaba en una común sala de estar, unos sillones de terciopelo verde y una pequeña mesa al centro con un par de velas y una pescera usada como maceta con una extraña flor azul.
Era de noche, o bien las cortinas estaban cerradas.
Logré sentir la voz de mi hermana conversando con el que yo supongo era mi Jack.
Me levanté con bastante esfuerzo y seguí la voz a lo que parecía ser la cocina. De inmediato capté las miradas de aquellas dos personas sentadas alrededor de una común mesa con dos comunes sillas.
-Debbie!- dijeron ambos a coro.
-Hola.- dije con desanimo.- Qué pasó?- pregunté y ambos guardaron silencio como si la pregunta que hice era la exacta pregunta que no debí hacer.
-Te desmayaste.- dijo Jack.- Perdiste el conocimiento y Victor se encargó de ver lo que pasaba.
-Quién es Victor?
-Un amigo mío que es doctor.- dijo y bajó su cabeza. Supuse de inmediato que era el amigo que le besó la cara.
-Así que.- dijo Ashley.- Quieres irte a la casa?
-No...
-Porqué?
-Tengo asuntos pendientes con Jack, que me gustaría aclarar de inmediato.- me sentía con fuerzas, en comparación ha como me sentí cuando abrí los ojos por primera vez.
-Puedes conversarlos cualquier otro día.- dijo Ashley.
-No, debe ser ahora.- dije con firmeza. Ashley retrocedió y luego salió del departamento.
Fuí a la sala de estar y me senté en el común sillón verde de terciopelo; sentí los pasos de Jack siguiendome.
-Ok.- dijo.- Que quieres saber?
-Que significa ésto?
-Significa que en cinco años las cosas cambian mucho Debbie.- dijo.- que soy alguien que busca nuevas experiencias, y encontré algunas con las que quise quedarme.
-Jugaste conmigo durante los 4 años de nuestro noviasgo.- dije friamente.
-No... Yo te amé, te amaba, pero la distancia afecta el amor.
-La distancia es al amor, lo que el fuego es al viento.- dije citando las palabras de mi madre.- Si es un amor pequeño, la distancia lo apagará. Pero si es un amor grande, la distancia lo avivará, y los amantes se extrañarán.
-Es cierto.- dijo con calma.
-Entonces?
-Entonces...- continuó.
-Entonces no me amabas lo suficiente.- lo interrumpí con violencia.- Entonces si jugaste conmigo, entonces éstos cinco años que llevo extrañandote han sido en vano.
-No...- dijo otra vez con calma, casi con ironía en su rostro.- Entonces si te amé, y pensaba en tí día a día, pero me mató el hecho de que tenías los medios para hablarme, que tenías las maneras exactas para no perder el contacto, y sin embargo, tu puto orgullo no te permitía hablarme más, no es así.- me dijo.
Quedé perpleja ante esa respuesta, no lo había visto de esa manera, y tenía razón, debí llamarlo, aunque...
-Y por qué no me llamaste tú, por que tú también decidiste perder el contacto?
-Y que tal si te llamaba para pedirte disculpas, y tú volvías a decir que no.- dijo.- vamos Debbie, ambos cometimos errores aquí, y ninguno es lo suficientemente humilde para admitirlo. O no?
Tenía razón de nuevo...
-Cómo te diste cuenta que te gustaban los hombres.- pregunté con dolor en mi garganta.
-El día de mi cumpleaños, allá en casa de David, estaba yo con tragos de más, me sentía horrible por que mi supuesta "novia", no fue capás de llamarme para mi cumpleaños. Todos lo hicieron, pero la persona que más amaba en ese momento, no...- dijo de nuevo con su aspecto irónico.- entonces conocí a Victor, y supe de inmediato que él tenía algo especial. Empezamos como amigos primero, y luego las cosas se dieron por sí solas...- dijo evitando decir lo obvio.
Hubo un silencio, en aquella sala solo se podía oir el pequeño zumbido de motores de autos a mas de 15 metros hacía abajo.
-Sabes?.- rompió el silencio.- Él también viene de un pueblo pequeño y tenía una novia allá. Somos bastante parecidos, nuestras historias son afines. La diferencia es que la novia era una perra. Yo solo creo que fuiste malvada conmigo.
Me mató con esa frase, era realmente la culpable en todo ésto? O sólo me manipulaba?
-Tu también me hiciste sufrir Jack.- le dije con la cabeza gacha tratando de ocultar mis lágrimas.- Pero creeme, yo nunca, en éstos cinco años he dejado de amarte, todos los días de mi vida, he pensado en ti, he visto como te haces mas y mas famoso y he llegado a pensar que me amabas igual que antes.- quebré mi voz.- Qué tonta ¿no?
Su aspecto irónico cambio de inmediato a una cara de aflicción.
-Tú...- proseguí.- Eres mi vida... Sigues siéndolo, seas homosexual, o heterosexual, no me importa, por que yo se que eres mi persona, eres él único que ha hecho que me sienta así, no hay nadie en la tierra que me haga pensar lo contrario.- continué mientras las lágrimas caían por mis mejillas.- Puedes continuar con tu vida, ser famoso, pero quiero que sepas, que siempre estaré allí para tí.
Me levanté cuidadosamente mientras él seguía perplejo. Salí del apartamento y mi hermana se acercó a mi para consolarme.
Durante el viaje simplemente no pensaba, no me quedaban fuerzas para hacerlo. Miraba el ambiente disfrutando de sus vidas, mientras yo tenía que pasarmela así.
Me encerré en la habitación y cogí un trozo de papel para escribir y desahogarme.
Regresé a Hackensack al día siguiente, no sin antes despedirme y rechazar la propuesta de Ashley, y obviamente despedirme de Jack, cómo un amigo más. Le entregué el pedazo de papel que había rayado la noche anterior, esperando que comprendiera lo que trataba de decirle...
Te conocí cuando eramos pequeños, estabas en todos mis sueños
Nos sentamos juntos en el Periodo Uno, ese viernes a las 8:15
Ahora veo tu cara en los lugares más extraños, películas y revistas
Te vi hablando con Christopher Walken, en la pantalla de mi TV
Solía trabajar en la disquería, ahora trabajo para mi papá
Limpiando el piso y las ventanas, las horas son horribles
A veces me pregunto dónde estarás, probablemente en L. A.
Por que parece ser el lugar que todo suelen visitar éstos días.
Pero, ¿sabes?, esperaré por ti
Todo lo que tenga que esperar
Y si alguna vez vuelves a Hackensack
Estaré aquí para tí
Esperaré por ti, lo digo en serio
Todo el tiempo que sea necesario
Y si alguna vez vuelves a Hackensack
Recuerdalo, estaré aquí para tí.
Debbie.-
FIN
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