La putrefacta criatura se avalanzó con fuerza para morderla, tenía sed de sangre. No era lenta, para nada, se movía con mucha agilidad, sin embargo, y de alguna manera ella logró ser mucho más rápida y sin darse cuenta se encontraba atrás del muerto-vivo dislocándole el cuello para sellar su respiración.
Las manos le apestaban, y le habían quedado un poco manchadas por la coagulada sangre del mutante. Fue ahí cuando notó lo que sucedía ahí.
-Justo como en las películas de terror.- susurró.
-Exacto.- respondió la voz.
Miró atormentada para todos lados y en la oscuridad de un callejón descubrió una silueta, era una mujer.
-Es justo como en las películas de terror.- dijo la fémina saliendo de la oscuridad.- Espero que seas ágil, y que tengas buenos relejos, si no, estás muerta.
-Qui... Quién eres tu?- balbuceó.
-Me llamo Valerie, tú?
-No lo sé, no recuerdo nada...
-Amnesia?
-Eso creo...- cerró los ojos recordando el sueño de la noche anterior.- Recuerdo solamente un sueño, me llamaron Em.
-Ok, entonces te llamaré Em.- respondió Valerie sonriendo.- Ten, toma.
Le estiró la mano ofreciendole un arma, era una 9mm común y corriente. Em la recibió y notó que al parecer estaba cargada, por su peso.
-Sabes usarla?
-Eso creo.- Em se puso el revólver dentro del bolsillo de su jean, para sacarlo en menos de cinco segundos y apuntar directamente a la frente de Valerie.
-Oh!- levantó los brazos.- Guardalas para los muertos.
-Lo lamento.
Valerie comenzó a caminar, y Em inércicamente la siguió, quería averiguar que estaba ocurriendo, y que exactamente había sucedido en esa ciudad, y aún más importante, ¿alguien sabía quien exactamente era ella?
-Sabes, deberías cambiarte de ropa, no deberías tener un seno descubierto.- dijo Valerie mientras pasaba sobre un auto chocado contra un poste de luz.
-Que!- Em se revisó y efectivamente tenía su polera rasgada en el sector de los senos.- No puedo creerlo, que vergüenza!
-Tranquila.- dijo.- En el cuerpo de policía las veía a menudo.
-Muy graciosa.- respondió Em tapando con su mano el sector de la polera roto.
Valerie rompió a reir.
-Por allá.- dijo señalando un gran edificio.- Esa es una multitienda, de seguro encuentras algo.
-Gracias.- Em corrió.
-Ey!-
-Qué?- Em se volteó.
-Asegurate que esta vez sea buena tela.
Em sonrió y corrió a la multitienda, totalmente abandonada. Se podían escuchar los murmullos de algunas de las bestias, estaban al acecho. Pero Em se sentía segura con ese pedazo de metal en sus bolsillos, como si el arma le diera una especie de aura protectora. No tardo mucho en ver -de entre los escombros- una tienda de ropa de mujer.
Se puso algo agradable, una polera común y unos jeans en tono verde con zapatillas cómodas.
-La idea no es modelar, si no que puedas moverte.- le dijo Valerie entrando por la puerta de la tienda.
-Exacto.- sonrió.- Ahora, cual es el plan.
-Buscar alguna de las salidas de la ciudad, abierta. O más supervivientes.
-Ok, me gusta.
-Pero debes entender que hay peligros.
-Lo sé, traíganlos!- Em sonrió anchamente. Valerie le devolvió su sonrisa.
-Esta bien, ahora debemos dirigirnos a la comisaría, mi lugar, debemos usar el radio para ver si tenemos contactos, además necesitamos un...- Una de las criaturas del centro atacó a Valerie por la espalda, Em no alcanzó a esquivar el golpe.
La criatura parecía una especie de león, pero su piel brillaba con la tenue luz del día que se filtraba por las ventanas del centro comercial, como si fuera de titanio o acero.
Se puso de pie con la mayor rapidez posible y sacó su arma del pantalón, comenzó a disparar. Pero las balas de la pistola parecían rebotarle, hacían el mismo ruido cuando una bala choca con metal.
-Imposible.- dijo Em.
-Ey!- gritó el hombre.- Aquí.- disparó una gruesa arma que explotó al tocar la piel de la bestia.
La bestia rugió, la habían herido.
Con el golpe Em perdió el conocimiento, y sólo vio al hombre acercarse a ella para tomarla en brazos...
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