Tres.-

-Emily.- dijo la mujer.- Emily, me estás escuchando?
-Claro, lo lamento.- admitió con vergüenza.
-Bueno, continuando, ésta será tu nueva ciudad, y este departamento.- dijo señalando la amplia habitación.- será tu apartamento, dos pisos abajo vive nuestro sospechoso, pasa casi todo el día en la universidad, así que te sugiero que lo sigas con cuidado, algo se está tramando, y tu trabajo es averiguar qué, está claro?
-Por supuesto.
-Entonces, te sugiero que te pongas cómoda, por que será tu nuevo hogar.- afirmó la mujer mientras se acercaba a la puerta de la gran habitación para salir.-
-Ok.- admitió Emily con un poco de nostalgia.
-Ah! Se me olvidaba, tienes todo el derecho de usar tus habilidades en caso de emergencia.

Inércicamente en el sueño Emily preguntaría que habilidades, pero no era un sueño, era un recuerdo, y era imposible, incluso para ella, modificar sus recuerdos.
La despertó el sonido particular de la leña quemada por el fuego.

-Dónde estoy?- pronunció
-Estás a salvo.- dijo la voz masculina.
-Y Valerie?
-Estoy acá.- respondió la amiga con seguridad.

Abrió los ojos, e intentando rápidamente acostumbrarlos a la luz vio dos sombras junto a ella y la potente luz del fuego proveniente de una chimenea; era una casa, o un departamento.

-Que sucedió?
-Fueron atacadas por un monstruo.
-Eso ya lo sé.- dijo un poco molesta por la poca especificación del hombre.- Qué era eso?
-No tengo idea, pero su comportamiento no es difícil de analizar, se alimenta de carne humana, pero no es como cualquier carnivoro, es sumamente inteligente y meticuloso, además su piel está hecha de extraños compuestos que fácilmente pasan por titanio o acero.
-Hay más de uno?- preguntó Valerie bastante interesada.
-No lo sé, yo he visto cinco, pero talvez es él mismo en distintos lugares.
-Quién eres tú?- preguntó Emily.
-Dawson, Kevin Dawson, agente especial de la Oicina Federal de Investigación de los Estados Unidos de América.
-Qué hace un agente del FBI en California?- preguntó Valerie.
-Sólo quise venir a ayudar.- dijo con un tono un tanto preocupado y muy poco creíble.
-Sabes qué es lo que pasó aquí?- se incorporó Emily.
-Nadie lo sabe, sólo se conoce que fue un ataque viral posiblemente desde Rusia, o Cuba, empezó de a poco, hasta acabar con toda la región oeste de Estados Unidos.
-Que pasó con la población americana?
-Se ubicaron la mayoría en Alaska, y la otra parte al norte de Washington DC, otra gran parte en Nueva York, y otros simplemente murieron del virus, si es que se les puede llamar muertos a esas cosas. ¿Cómo es que no sabes qué sucedió?
-Es anmésica.- refutó de inmediato Valerie, muy a la defensiva.
-Entiendo.- Kevin miró el fuego, analizando la situación.

El sonido que venía desde afuera era increíblemente aterrador, nulo. Era molesto el no escuchar el sonido de los autos al pasar, o el simple sonido de un siseo por una válvula mal cerrada... nada.

-Qué vamos a hacer ahora?- Valerie se puso de pie.
-Salir de acá.- obvió Kevin.
-Claro, pero cómo?- agregó Emily.
-Debe de haber una manera.
-La hay.- dijo Valerie.- Sabes manejar un helicóptero?- le preguntó a Kevin.
-Claro, es básico.- respondió él.
-Está dicho entonces, a la comisaría nos dirigimos.
-Espera, por que ahí?- preguntó Emily.
-Por que ahí tengo a mi bebé.- dijo Valerie.- Nunca me ha traicionado, además que no hay lugar más seguro que uno lleno de armas, o no?
-Dónde está la comisaría?

Kevin se puso de pie, parecía conocer el lugar, camino hacia una habitación por un estrecho pasillo. Emily miraba fijamente la ventana y la vista que ésta tenía, una vista exacta del monte Hollywood con las enormes letras sobre él. Un flash de recuerdos volvieron a su mente, risas, conversaciones con alguien.
Cerró sus ojos para ver con mayor claridad las imágenes que en su mente aparecían.

-Estás loca.- dijo el hombre del sueño que había tenido anteriormente.- Aún así te amo.

Emily rompió a reir.

-Estás bien?- preguntó Valerie.

Estaban en lo que parecía ser el comedor, y sobre la mesa estaban un montón de mapas y planos de Los Ángeles.

-La comisaría está acá.- continuó Kevin mirando con cierta extrañesa a Emily.
-Espera.- balbuceó Emily media dormida.- Victor?
-Qué?!- se impresionó Kevin.- Conoces a Victor?

Emily se desvaneció...